El individuo
número 2 es un varón, como se deduce de los rasgos de su cráneo como la glabela
saliente, la presencia de rugosidades y su aspecto anguloso. Respecto a la
cadera, la escotadura ciática tiene forma de U, el acetábulo es grande, ancho y
profundo y el pubis tiene tendencia rectangular.
La edad de
esta persona al momento de su fallecimiento está comprendida entre los 20 y los
30 años. El hecho de que las suturas del cráneo estén abiertas, el esternón se
encuentre dividido en tres partes y la presencia de líneas transversales en el
pubis indica que la edad de fallecimiento debió ser inferior a los 30 años.
Asimismo presenta una alta densidad ósea lo que nos indica ausencia de
osteoporosis, no hay indicios de enfermedades tales como artritis o artrosis.
Sus alveolos dentales están abiertos lo que es indicativo de que el
desprendimiento de los dientes es post mortem, como consecuencia del
traumatismo. Igualmente se puede observar que el tercer molar estaba comenzando
a salir, proceso que tiene lugar normalmente entre los 16 y los 25 años. El
tamaño de sus huesos indica que era una persona de gran estatura.
El
estudio de las lesiones perimortem muestra fracturas en el cráneo que
afectan a los huesos frontal, parietal, esfenoides, temporal, apófisis
zigomática del temporal, etmoides, ungis, nasal, malar, cornete
medio, cornete inferior, vómer, lacrimal y maxilar superior. Todos
estos localizados en la parte izquierda de la cabeza, aunque la fractura
se extiende por toda la base del Cráneo.
En
cuanto a las lesiones presentes en tronco se ha observado una fractura en
la escápula izquierda y en el ílion izquierdo. Aparecen igualmente cinco
costillas fracturadas en el lado derecho. Se ha observado igualmente un
aplastamiento de la quinta vértebra dorsal
Con
respecto a las extremidades, se ha apreciado una fractura completa
de la tibia en varios fragmentos y del peroné, en ambos casos a la
misma altura
En
funcíón de las lesiones observadas la muerte de este individuo se produjo
a causa de un politraumatismo que afectó principalmente al cráneo y que
debió causar la muerte de manera inmediata. Las fracturas a nivel del
tórax, en costillas y escápula, igualmente pudieron afectar a órganos
vitales, como arterias y pulmones. Como se ha descrito previamente todas
las fracturas son perimortem, no habiéndose encontrado otras patologías
previas. El hecho de que a pesar de ser un traumatismo no se le
practicase la autopsia lleva a pensar que la muerte fue inmediata al accidente,
probablemente por la fractura del cráneo.
El estudio de la distribución de las lesiones induce a
pensar en un atropello por un vehículo de gran tamaño que golpeó al
individuo por el lado izquierdo, donde se localizan mayoritariamente las
fracturas. Probablemente saliera despedido y al impactar contra el suelo
se fracturó las cinco costillas. Se descarta la precipitación como causa
de muerte pues en este caso se debieran de haber apreciado
múltiples fracturas en miembros inferiores y en caderas.
Ana Villar del Paso y Mª Ángeles Yélamos Lorente
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